Hace un año empecé este espacio para mostrar mis inquietudes en la cocina. Ha sido un año complicado y una gran parte de él he estado ausente de la red, pero este año me he propuesto ser fiel a los que me siguen y tener una constancia para que todos podamos disfrutar, ustedes pudiendo hacer y mejorar las cosas que hago y yo cocinando, que es una de la cosas que más me gusta.
Para mi la cocina es un arte, yo la llamo el arte de los sentidos, y con pequeñas aportaciones quiero formar parte de este mundo tan diverso, lleno de emociones, sensaciones, olores, sabores, aromas...
En realidad todos los sentidos son importantes en la cocina, desde la vista cuando llega el plato a la mesa y
se ven los colores, la disposición de los elementos del plato, pasando por el
gusto y el olfato que son los principales, los que dan información sobre el
sabor y aroma de lo que se está comiendo; incluso el oído y el tacto dan
información valiosa pues permiten la diferenciación entre las diferentes
texturas que pueda haber. Sentir también es experimentar una impresión o un
sentimiento. El objetivo de la cocina es conseguir que el comensal sienta, y
para ello el cocinero debe poner “toda la carne en el asador”, toda su
inventiva, imaginación, destreza, sensibilidad…, para sorprender. También tiene
que sentir el cocinero, pues es él, el que tiene unas inquietudes que pretende
expresar con su cocina, no es sólo una cocina “científica”, sino que se vale de
los avances técnicos para poder plasmar lo que piensa, lo que cree, …
Los
sentidos son cinco, pero se podría hablar de un sexto sentido que es aquel que
permite a un individuo tener una experiencia sensorial única y completa. El
sexto sentido también es el sentido de la razón, de pensar, de la sensibilidad.
Si el comensal consigue experimentar y reflexionar sobre lo que está comiendo
se habrá logrado el objetivo.
Bueno, aparte del primer aniversario del blog también quería agradecer a todos aquellos que me visitan a diario y que hoy hemos alcanzado las 5000 visitas, que no sé si es mucho o es poco, pero que para mí me ayuda a seguir esforzándome semana a semana para no defraudar a nadie.
Hoy voy a publicar una nueva receta fácil, rápida y... sobre todo muy rica. Son unos muffins de arándanos. No se tarda más de veinte minutos en hacerlos y el resultado es buenísimo.
Ingredientes:
- 220 g. harina
- 45 g. azúcar
- 25 g. azúcar invertido (hay muchas recetas en la red, yo he cogido esta de Gastronomía y Cía.
- 2 cucharaditas de levadura
- 1 pizco de sal
- 1 huevo
- 160 g. leche
- 35 g. aceite
- 50 g. arándanos
- Precalentamos el horno a 220 ºC y engrasamos los moldes para muffins.
- Cogemos los elementos secos y los mezclamos en un bol. (harina, azúcar, levadura y sal)
- En otro bol batimos el huevo, la leche, el aceite y el azúcar invertido. El azúcar invertido actúa como humectante, para evitar que la masa quede muy dura y aguante más días. En este tipo de masas se añade entre 20-30%.
- Vertemos la mezcla líquida sobre la seca y mezclamos con una cuchara, pero sólo hasta que los elementos secos estén mojados. No hay que batir mucho y es normal que queden grumos.
- Añadimos los arándanos y mezclamos.
- Vertemos la masa en los moldes. Como es muy espesa la masa, hará falta una cuchara. Llenamos los moldes hasta arriba. Si se usan papelillos de magdalenas hay que llenarlos menos (3/4).
- Metemos al horno a 220ºC durante 7-8 minutos para que suban rápido y luego bajamos a 190ºC hasta que se terminen de hacer. Para comprobar que estén hecho se puede meter un palillo y que salga limpio.
- Sacamos los moldes y esperamos un par de minutos antes de desmoldar. Después los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Y una vez más muchas gracias a todos. Espero estar por aquí muchos años más.