Tal y como conté el jueves pasado, hoy empieza la segunda nueva sección del blog. Van a ser recetas rescatadas del libro de recetas de mi abuela, que recientemente he conseguido.
Son recetas tradicionales y muchas de ellas me traen recuerdos muy gratos, sobre todo los postres, que cuando los hacía estaba ahí, al lado de ella, esperando para rebañar con los dedos los restos (sobre todo el Postre de Fresa, pero ya habrá tiempo de hablar de ellos).
y que cuando lo pruebas realmente retrocedes en el tiempo y se retoman aquellos sabores, que hoy en día poco a poco vamos perdiendo, pero que deberíamos mantener por siempre, porque son las raíces de nuestra gastronomía.
Ingredientes:
- 2 muslos de pollo enteros (partidos en 4-5 trozos cada uno)
- 1 ó 2 tomates maduros
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- 2 papas medianas
- Sal
- Pimienta
- 1 vaso vino blanco
- Pelamos los tomates y les quitamos las pepitas. Los cortamos en cuadraditos.
- Cortamos la cebolla pequeña y el diente de ajo.
- En un caldero ponemos un buen chorro de aceite de oliva y echamos el tomate la cebolla y el ajo, y rehogamos durante 10 minutos.
- Se salpimentan los trozos de pollo y se añaden al caldero. Los cocinamos a fuego medio-alto sin parar de remover para que no se peguen y se vayan dorando.
- Cuando el pollo haya cogido color, le ponemos un vaso de vino blanco y dejamos reducir hasta que quede una salsa.
- Mientras, pelamos las papas y las cortamos en dados. Las freímos y cuando estén las escurrimos sobre papel absorbente.
- 5 minutos antes de servir añadimos las papas al pollo y removemos para que absorban la salsa.
Nota: Tened a mano un buen trozo de pan porque la salsa está de rechupete.
Este plato no le disgusta a nadie! muy bueno!
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